Las relaciones sociales son fascinantes porque la manera en la que afrontamos una conversación con alguien desconocido no la enseñan en ninguna parte. Se aprende sobre la marcha y por lo tanto es ensayo-error. Con la variable de que cada persona es un mundo y por lo tanto es difícil establecer una casuística. Cuando establecemos este tipo de relaciones hay varias situaciones donde nos sentimos más incómodos que en otras. Personalmente estos son mis momentos más odiados y que espero que duren lo menos posible.
El Ascensor: Este lugar no deja indiferente porque provoca sentimientos encontrados. Pongámoslo en contexto: mide 1 metro cuadrado, puede considerarse un medio de transporte ya que recorres una distancia en vertical a una velocidad constante y por un lado es un sitio de fantasía sexual pero por otro puede causar claustrofobia. En este marrón te encuentras con un desconocido con el vas a compartir 25 segundos de tu vida. Yo personalmente intento parecer buena gente y que no parezca que soy un asesino en serie. Pero es difícil. Miras al techo, miras los números, miras tu reloj, hueles a ver si hay algún olor raro y el tiempo parece que se ha parado. No ves el momento en el que el dichoso ascensor llegue a tu planta. Ir por la escalera es más sano y te evitas todo esto. Es una solución.
La Peluquería: Todos solemos ir a un peluquero de confianza porque el cabello es un activo importante para una persona y no se puede dejar en manos de alguien del que no tengamos referencias. Esto hace que la relación con el peluquero sea rara porque sí, le conocemos pero tampoco sabemos nada de su vida privada y encima la mayoría son de sexo ambiguo, medio gays, que sí que no que lo parece, y no sabemos muy bien cómo comportarnos. Es muy socorrido sacar la conversación del tiempo, qué semana más calurosa, que coñazo de lluvia, etc. Personalmente yo con mi peluquero utilizo el tema del fútbol. El hombre es totalmente heterosexual y es del Atleti de Madrid así que como los jugadores colchoneros son unos mataos y los propios aficionados lo reconocen pues es muy agradecido hablar con ellos de este tema.
Cuando te Vienen a Hacer una Ñapa a Casa: Esta situación es un marrón porque el albañil/operario de turno te viene con una variedad de herramientas que ponen en peligro tu mobiliario, especialmente el del 'hall'. Los espejos, las esquinas y paredes son las víctimas preferidas de este colectivo. Ante esto tu adoptas una postura defensiva así que decides actuar de forma vigilante pero sin que lo parezca, como haciéndote el despistado. Apriori tampoco quieres ser muy grosero o borde con el albañil porque de él depende que una conexión eléctrica esté bien hecha, las juntas de la mampara bien sellada o las tuberías bien conectadas para que no haya filtraciones y no le inundes el piso al vecino de abajo. Total, que adoptas una postura como indiferente pero siempre atento a lo que te pida: que necesita una escalera? Pues una escalera! Que necesita cortar la luz? Pues ni idea de donde están los contadores! Así que cuando te dicen: “pues esto ya está, ya hemos acabado” y ves que la casa está patas arriba, maldices y rezas que por lo menos haya sido honrado y la factura (la dolorosa) no se dispare.
Cuando un Restaurante está Vacío y tú Eres la Única Mesa: Ese momento en el que entras en el salón de un restaurante y ves a 3 camareros de brazos cruzados, mirándote porque no hay absolutamente nadie más en el local y no suena ni el hilo musical, es de los peores a los que se puede enfrentar una pareja de novios, y si son primerizos la situación se convierte de alto riesgo. Te sientas ... los otros dos camareros te siguen observando. Mientras esperas a que te tomen nota … y los otros dos camareros te siguen observando. Pides … y los otros dos camareros te siguen observando. Estás comiendo y no puedes sorber la sopa ni hacerte un lío con los spaguettis porque los otros dos camareros te siguen observando. No puedes hablar con tu pareja casi de ningún tema porque en ese salón desértico y con una acústica perfecta se escucha con una nitidez 'HD Dolby Surround' todo lo que dices … y los otros dos camareros siguen observándote. Ni siquiera puedes comentar con tu pareja que la salsa roquefort estaba fría o que el tiramisú no era casero porque ALLÍ siguen los otros dos camareros observándote.
Así que recomiendo: subir escaleras, que te corte el pelo tu madre, no hacer obras en casa y comprobar que en un restaurante hay gente antes de entrar. Nos vemos en la fiesta o en el siguiente post … lo que pase antes. Check it out!!
4 comentarios:
De las mejores entradas de este blog...
Hace gracia porque es verdad xD
Muchas gracias. Si es que iba para monologuista y terminé enseñando el verbo 'to be' a críos de 16 años!!
Totalmente cierto. Y a mí me da rabia cuando das con alguien con ganas de hablar, cuando tú sólo deseas que pase cuanto antes. Muy bueno.
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